Estar seguro.
Elija su proveedor de cuidado infantil con cuidado. Establezca una relación de confianza con su proveedor y usted podrá dejar a su hijo sabiendo que todo irá bien.
Anticípese.
Hable con su hijo acerca de ir a la guardería. Hágale saber que usted no estará mientras él está allí. Sin sorpresas!
Estar alegre.
Los niños reconocen su estado de ánimo. Trate de no actuar apresuradamente o estresado.
Haga una rutina.
Comience el día del niño en la estancia de cuidado infantil saludando a su proveedor. Su hijo se sentirá mejor sabiendo que otro adulto lo está cuidando también.
Sea tranquilizador.
Dele mucho amor y afecto. Explíquele a su hijo cuando va a regresar. Él sabe utilizar términos como “después de la última merienda.”
Sea rápido.
Corto y dulce es la mejor manera. Asegúrese de que tiene la atención de su proveedor de cuidado infantil. Dar más abrazos y decir adiós.
Sea fuerte.
Regresar a su hijo después de haber dicho adiós sólo hace que el proceso dure más tiempo.
Sea puntual.
Volver cuando dijo que lo haría.
Sea comprometido.
Hable a su hijo acerca de su día. Pregunte acerca de todas las cosas divertidas que sucedió.
Sea coherente.
Hace parte de su rutina familiar el ir a la guardería a la misma hora cada día.